Para reducir las posibilidades de padecer problemas en la vista durante la niñez, especialistas advierten sobre el uso excesivo de las pantallas y recomiendan más tiempo de actividades al aire libre. ¿Por qué?
Aunque la tendencia a nivel global marca un aumento de casos de miopía en niños y niñas, las pantallas no son directamente culpables de esta enfermedad, sino que es la falta de luz solar lo que afecta a la visión.
¿Qué es lo que sucede? Al pasar mucho tiempo frente a las pantallas, los músculos del ojo enfocan de cerca y tienden a elongar el ojo hacia atrás, lo que deriva en miopía.
Para evitar que esta patología se desarrolle, es fundamental realizar actividades que impliquen exposición a la luz solar, un factor esencial en el crecimiento del ojo durante la infancia. Niños y niñas deberían pasar por lo menos dos horas diarias al aire libre.
Por eso es recomendable que los momentos de ocio no impliquen también el uso de pantallas. Y, si se incluyen, que se haga de manera moderada y con descansos.